Los cursos de Ontogonía ofrecen ideas y prácticas provenientes de distintas tradiciones espirituales, muchas de ellas bastante conocidas; algunas casi desconocidas. A lo largo de una vida dedicada al estudio y durante décadas de experiencia como practicante, Carlos ha conservado enseñanzas y “tecnologías”, meditaciones y prácticas, fascinantes por su profundidad y detalle, las cuales convergen en su orientación: el descubrimiento y el cultivo de la Verdadera Naturaleza.

Ontogonía cree que somos inherentemente espirituales y que nuestro desafío están en nuestra capacidad limitada para reconocerlo; para observar con precisión e interpretar nuestra realidad. Por lo tanto, en cualquier práctica espiritual, sin importar cuál sea el camino, es esencial depurar el Observador. Así es como la mente más elevada se hace consciente del Self en todas sus dimensiones. Es así como esclarecemos la percepción y la proyección acerca de la realidad. Conforme alcanzamos algo de claridad acerca de quiénes somos en realidad, empezamos a experimentar nuestra auténtica relación con el universo.

Como camino espiritual y de meditación, Ontogonía se dirige intencionalmente hacia la purificación y el desarrollo del observador, y hacia la expansión de nuestra capacidad energética de ser conscientes, tener claridad y conciencia.  Si no fortalecemos estas capacidades, a pesar de tener una fe y sin importar cuán fuerte sea ésta, no logramos penetrar la Verdadera Naturaleza y vivir en la luz de lo divino.

Ontogonía ofrece muchas prácticas de diversas tradiciones espirituales para evolucionar y expandir la pureza de nuestro observador y para la expansión de la conciencia de una manera más directa. Para hacer esto, utilizamos varias técnicas de observación y meditación que a través de siglos de uso han demostrado ser efectivas, sencillas y directas. Especialmente usamos prácticas de meditación de Tantra shaivista y de Kabbalah, así como prácticas de enseñanzas budistas de las escuelas Vajrayana, Zen, Mahamudra, Bön y Dzogchen.

En el estado de meditación se experimenta la integración de la conciencia personal con el vasto océano impersonal y primordial de información. Lo específico deja de existir; todo es el Todo absoluto.