La mayoría de nosotros requiere una sanación profunda para recobrar o integrar una visión que produzca una mejor realidad personal; para lograr lo que llamamos claridad. Cuando hay falta de claridad, tomamos parte en la vida desde un lugar de ego y autoimportancia, atrapados en nuestras propias proyecciones y patrones habituales o kármicos.

Ontogonía ofrece un acercamiento psicocorporal y transpersonal a la sanación que fomenta la claridad: el desarrollo de la capacidad para observar e interpretar la realidad y para responder en forma creativa, no dictada por la neurosis y el karma, sino elegida de acuerdo con nuestras propias preferencias de amor, libertad, gracia y deleite.

La raíz de la palabra “Ontogonía” viene del griego “ontos”, ser, y “gonos”, realización. Por lo tanto, Ontogonía es la búsqueda de la realización del ser: entender la totalidad de la persona como el ser y entender la realización como la experiencia de nuestro potencial pleno. El proceso terapéutico es de descubrimiento, aceptación y transformación dentro de los límites de nuestra realidad actual.

Según la visión de Ontogonía, creemos que hay una parte profunda y por lo general inconsciente de todos nosotros que es conciencia pura. Ésta tiene un potencial ilimitado cuya naturaleza es inherentemente amorosa y sabia. La conciencia pura está en la raíz de toda experiencia. Es nuestra percepción o conciencia limitada, nuestra ignorancia básica, la que ocasiona sufrimiento y estancamiento. La meta de la Terapia Psicocorporal Ontogónica es despejar la ignorancia y revelar o recuperar la realidad de nuestra verdadera naturaleza: esta conciencia pura.

El proceso psicoterapéutico facilita el surgimiento de material reprimido que aprendemos a recibir con observación y aceptación, sin juicio. Al ir depurando al observador y permitiendo toda experiencia en el aquí y ahora, empezamos a integrar auténticamente nuestro ser. Ocurre una integración espontánea, automática y natural. Todo lo que asimilamos nos acerca más a la conciencia pura y nos abre cada vez más a un flujo libre de energía y conciencia.

La terapia es un camino de crecimiento e integración, de expansión y despertar que lleva a relaciones mejores con nosotros mismos y con los demás, a tener menos conflictos, sostener mayor fortalecimiento, creatividad y gozo. También puede ser un camino a la liberación.